Mi mujer y yo, como familia de acogida, hemos hecho tres acogimientos permanentes y ninguno ha sido igual al otro.
Dos de ellos llegaron hasta la mayoría de edad, el otro terminó antes de ella.
En los tres casos sigue habiendo relación con nosotros, pero solo en dos convivencia.
En dos casos hay relación con la familia de origen, en otro no.
Entonces, ¿qué tienen en comun?
La estabilidad.
Proporcionaron estabilidad a sus vidas.
Y a la nuestra…
¡Una bendita inestabilidad!
Si has pensado ser familia de acogida no dejes de leer el artículo de Antonio Ferrandis. Si ya lo eres, menos todavía. Y si lo fuiste y fue un desastre que sepas al menos que hay gente que, desde dentro quiere, mejorar las cosas.
Soy acogedor permanentemente monoparental, acogimiento especializado. En el caso de mi hijo no hay contacto con familia biológica. Sin duda, la estabilidad es un factor vital para la reparación y el desarrollo de estos niños, niñas y adolescentes, y el sistema no siempre lo tiene en cuenta. Suerte que hay voluntad de renovar desde dentro.
Gracias por tu comentario. Espero que sirva para gota a gota mejorar «el sistema»
Agradezco enormemente que haya personas que podáis renovar desde dentro.Nosotros estuvimos dos años y medio con un pequeño en acogimiento temporal y lo triste y penoso ha sido para nosotros el trato recibido por la administración y por Cruz Roja, somos de Valladolid. Gracias por todo el trabajo que realizáis las buenas personas que queréis hacer las cosas lo mejor posible.
Gracias a ti por compartir yu experiencia aunque sea dolorosa. O más agradecido precisamente por ello.