Conchi Martínez Vázquez nos envía la siguiente reseña bibliográfica.

imageY por fin llegó… Como todo en esta vida, era cuestión de esperar y que el tiempo y la reflexión de un excelente psicoterapeuta nos permitiera disponer “físicamente” de un manual para profesionales que recoge todos los aspectos importantes de la técnica de la caja de arena: “Construyendo puentes. La técnica de la caja de arena (sandtray)” de la Editorial Desclé de Brouwer que ya os comentaba en entradas anteriores.

Después de saber que José Luis Gonzalo Marrodán iba a escribir una publicación como esta pensé “Ya era hora que alguien se pusiera manos a la obra –nunca mejor dicha esta expresión por el componente manipulativo sobre la arena de la técnica-. Por fin en español tenemos una referencia válida”. Hoy puedo decir se han cubierto mis expectativas y que he disfrutado mucho con su lectura pues de forma sencilla y amena ha sido capaz de trasladar con rigor y cientificidad una visión holística de esta poderosa técnica. Poderosa no porque otorgue poderes especiales sino literalmente por la grandiosidad de sus efectos y el “poder” que transfiere a quien la realiza de sumergirse en su universo emocional, construyendo verdaderos puentes entre la realidad exterior y el mundo intrapsíquico.

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En mi paso por la formación en el Diplomado para Psicoterapeutas infantiles con Jorge Barudy y Maryorie Dantagan esta técnica me cautivó por su potencial para abrir de manera segura la ventana emocional y asomarse sigilosamente al inconsciente de los niños. Bueno, y de los que no somos tan niños. Tal como refiere José Luis en el libro yo también tuve un primer acercamiento un tanto incrédulo acerca de lo que se podría conseguir con la misma, opinión que cambió drásticamente cuando tuve la posibilidad de realizarla.

La obra que José Luis acaba de publicar recoge de manera certera la información necesaria para aquellos profesionales que quieran tener una primera toma de contacto con una herramienta terapéutica de gran utilidad. Tal como señala el autor, se trata de una técnica válida para casi todos los niños pero particularmente útil en los siguientes casos:

1.- Niños o adultos que han sufrido el impacto de los malos tratos, el abandono o cualquier otra situación traumática.

2.- Niños con retraso en el desarrollo con afectación al lenguaje.

3.- Niños con daño neurológico.

4.- Niños con trastorno del apego.

Como todo instrumento terapéutico que se precie, existen una serie de consideraciones a tener en cuenta, como son los elementos necesarios para su utilización: la arena, la bandeja o caja contenedora, las miniaturas. Estas son las palabras, símbolos y metáforas que representan las vivencias internas del niño, como recoge José Luis, “la bandeja de arena es el lugar donde el niño o adulto utiliza la gramática, una gramática de fantasía para construir mundos”. Para ello el terapeuta debe disponer en estanterías de miniaturas acerca de una buen número de categorías como personas, animales, vegetación, construcciones y viviendas, medios de transporte, rejas y signos, ítems naturales, fantasía, cómics y películas, místicos y espirituales, elementos domésticos, accesorios…en definitiva, todo aquello con lo que el niño o adulto pueda representar lo que su psique le dicta dejándose llevar por las figuras. Son ellas las que eligen a la persona, no al contario.

Otros aspectos importantes que recoge la publicación son los pasos a seguir siguiendo las orientaciones de Eliana Gil y Josefina Martínez (expertas en el tema), el papel del psicoterapeuta en cuanto a qué observar o los diferentes tipos de caja de arena. ¡Porque no todas las cajas son iguales ni mucho menos!Están las cajas estáticas que parecen una foto fija del mundo que se quiere representar; las cajas móviles y dramáticas en las que el niño mueve las miniaturas mientras cuenta lo que pasa en su mundo; las cajas silenciosas que suelen ser a su vez estáticas donde las miniaturas no hablan ni aparecen ruidos (e incluso puede darse el caso de que el niño no quiera hablar de su caja sin que ello invalide el valor terapéutico de la misma) y luego están las cajas con sonido en las que el niño emplea recursos como sonidos de animales, onomatopeyas, etc. ¿Diríais que estas imágenes corresponden a la misma caja de arena?

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Esta era una caja móvil y dramática además de con sonido. Muerte, destrucción, violencia… metáforas de las vivencias de un niño testigo de violencia de género que además ha vivido en sus propias carnes el maltrato y que proyecta todo tipo de emociones negativas con sus iguales en forma de insultos, amenazas, peleas. Una caja viva, con historia de lucha, que comienza con dos espacios diferenciados y acaba en un caos de desesperación. Sorprendente esto de la caja de arena ¿no?. Mirad la princesa (su madre) que intenta sobrevivir en esta batalla sin sentido.

De forma ilustrativa José Luis también nos regala historias reales de casos en los que ha utilizado la caja de arena, además de una gran cantidad de aspectos específicos y termina bordando el final del libro con una “guía para no perderse” que recoge un esquema general de la obra con los contenidos más importantes.

En definitiva… un libro que no se puede perder quien SÍ quiera perderse en este mágico mundo de la caja de arena.

Concepción Martínez Vázquez

Psicóloga y Pedagoga

2 comentarios en “BLOG DE NOTAS: Construyendo puentes

  1. Querida Conchi: Gracias por esta sentida y a la vez acertada reseña sobre el libro de la caja de arena. Recoges a las mil maravillas los aspectos más importantes de la técnica, despertando el interés y el apetito por adquirir el libro. Me ha encantado, te envío un beso desde estas líneas, me alegra mucho que el libro te haya cautivado. Jose Luis Gonzalo

    1. Gracias a tí por llenar esa vacío bibliográfico que existe particularmente sobre este tema y en general con todo lo que tiene que ver con el apego y resiliencia aplicado a niños que no han tenido la fortuna de tener una vida confortable y afectiva desde sus primeros momentos.Tus obras nos ayudan mucho a padres y profesionales y te animo desde aquí a seguir escribiendo no sólo en tu magnífico blog, sino también publicaciones como esta que contribuyen a ir conformando un marco teórico desde el paradigma de los buenos tratos.Un abrazo

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