REGLA DE SERRA-ASENSIO
La ilusión de los hijos por acoger a un niño o niña es directamente proporcional a los celos que tendrán a las pocas semanas de que llegue a tu casa
OBSERVACIÓN DE PERALES:
No se conoce excepción alguna a la regla de Serra-Asensio
PROTOCOLO DE ATRIBUCIÓN CONDUCTUAL
Si el niño o la niña acogida reacciona de una manera que te incomoda analiza que le pasa.
Si no encuentras motivo alguno, no te preocupes, siempre podrás atribuirlo a las visitas con su familia. Incluso si no las tiene.
FENÓMENO DE LA ESPECIALIZACIÓN INMEDIATA
En condiciones normales, cuando le comuniques a un cuñado o cuñada que has acogido a un niño o niña, es altamente probable que se convierta ipso facto en un experto o experta en protección de menores.
Este fenómeno también se da con familiares más directos y con familiares más lejanos o conocidos pero en un porcentaje menor. Para garantizarlo se necesita un nivel óptimo de «familiaridad» (ni mucha ni poca).
LEYES DE POLARIDAD ENTRE ACOGIMIENTOS
En circunstancias normales:
Que un niño o niña pase de un acogimiento residencial a un acogimiento familiar es positivo
Que un niño o niña pase de ser acogida a ser adoptada por otra familia suele ser positivo.
Que un niño o niña acogida pase a ser adoptada por la misma familia puede ser positivo o negativo.
Que un niño o niña adoptada pase a ser acogido o acogida por otra familia es negativo.
Que un niño o niña adoptada pase a un acogimiento residencial es más negativo que el anterior.
Que un niño o niña adoptado pase a ser acogido por la misma familia no es ni positivo ni negativo porque es impensable.
Que un niño o niña acogida pase a un acogimiento residencial es negativo.
En circunstancias anormales:
Que un niño o niña pase de una forma de guarda a otra tendrá una polaridad u otra según el caso concreto, incluidos los casos impensables.
CORRECCIÓN DE GARCÍA ROCA:
En protección de menores las circunstancias normales son anormales.
COMENTARIOS POCO SERIOS
Acoger a un niño, niña o niños es como tirar una buena piedra a un estanque. En el acogimiento estás tirando a ese niño o niña a tu realidad socio-familiar y con ello, sí o sí, vas a hacer olas, muchas olas, en ella.
Y como ocurre con las olas de verdad a unas personas les encantan, las buscan, juegan con ellas… y a otras personas les molestan o les dan miedo.
Las olas además no sólo te empujan hacia la playa, también te arrastran hacia el mar. Y de igual manera pasa con los comentarios que recibes de tu entorno por el acogimiento: unos te empujan a tierra firme, te ayudan a levantarte, y otros te hunden.
Porque misteriosamente, aunque la gente no sepa que es una Tutela o la gente se sensibilice más por los perros abandonados que por los niños y niñas desprotegidos, todo el mundo tiene claro lo que haría o habría que hacer con ellos y su familia. Es como si yo subo en el ascensor con una vecina que es ingeniera y le dijera: «Pues yo creo que el sistema de inyección que se usa en… es una mierda. Bueno… hasta luego, que tengas un buen día».
Todo el mundo sabe un huevo de protección de menores y los que trabajamos en ello sin embargo tenemos la impresión de que cada vez sabemos menos.
Pero casi es peor cuando te dicen: ¡Sois estupendos!¡Es admirable lo que hacéis! Porque aunque tú sepas que no es cuestión de bondad sino de ignorancia (no sabías donde te metías) o de compromiso (haber elegido muerte) la frase va dirigida directamente a tu vanidad y, si te fijas bien, notarás que empiezas a creértelo y a hincharte como un globo. Pero al siguiente momento crítico o difícil caes desde lo alto y te duele más.
Así que es rarísimo un día sin olas en el acogimiento. Si te estás pensando acoger recuerda que por cada alabanza que recibas te llegará una sospecha o una incomprensión. Si ya eres familia de acogida… ¡Mejor intentar divertirnos con las olas! Mejor no tomarse en serio los comentarios de tu entorno. Ni los malos… ¡Ni los buenos!
La edad me ha enseñado a que cuando me preguntan: «¿Cómo estás?» en realidad debería contestar «¿Comparado con quién?» Pues me doy cuenta de que ese mismo aprendizaje sirve para mi profesión.
Aunque parece que me voy de tema… En estos días se discute sin parar sobre si horario de verano, de invierno, si volvemos en España a nuestro uso horario… Y cada uno se pronuncia por una cosa u otra. ¡Yo de tardes largas! ¡Ir de noche a trabajar… Nooooo!
Pero el tema no es «El horario». El tema de verdad son «Los horarios». Del trabajo, de los coles, de las tiendas, los cines, los restaurantes y las televisiones. Si quiero disfrutar del sol por las tardes podemos cambiar «el horario» o podemos cambiar «Los horarios». Claro… ¡es mucho más sencillo lo primero!
La gente se empeña en discutir el valor absoluto de las medidas de protección. Que si acogimiento residencial o acogimiento familiar. Que si acogimiento permanente o adopción. Que si en familia extensa o en ajena. Pero los que nos movemos en este campo sabemos que trabajamos más bien con valores relativos. La única discusión fructífera es la de si esta medida es la mejor para este caso concreto.
Y además sabiendo que, como se suele decir, no hacemos lo que queremos sino lo que podemos con lo que tenemos.
Veo que no he cumplido lo de «Comentarios poco serios» (no te habrás partido de risa) pero al menos me he quedado en «Comentarios poco en serio».
Porque no me los creo ni yo mismo.
Hola Javier
La verdad que aunque en los comentarios poco serios me he reído menos, en los anteriores casi me da un ataque por lo claros que son. El Protocolo de Atribución Conductual, deberíamos patentarlo e impartirlo en la formación, porque ya que casi siempre se llega al mismo, que al menos sea dirigido. El fenómeno de LA ESPECIALIZACION INMEDIATA, es simplemente genial y completamente real… pero no sólo en la familia, en todos los ámbitos de la vida… y ni qué decir de la panadería, la carnicería, etc.
Breve y genial. Un abrazo por tu generosidad compartiendo y ayudando a relativizar con una sonrisa cosas que en el día a día se viven como las has descrito.
Muchas gracias. Con cariño
Alberto
Gracias a ti. No sé si sabes que excepto que alguien se arrepienta nos podremos dar un abrazo en octubre. Pero vaya por delante otro.
Hola Javier,
coincidiendo con el nuevo curso y las nuevas propuestas ( a ver lo que me duran), recojo tu petición de hacerte saber «que estamos al otro lado» y que me sigues sorprendiendo con tu capacidad de sintetizar y plasmar lo que muchas veces se nos ha pasado por la cabeza o lo que nos invitas a repensar/replantearnos.
muchos gracias y abrazos.
Gracias a ti porque estar al otro lado es mucho más importante de lo que parece para el que está a este lado.